El pescado y en general, la comida de mar, los de más alto riesgo.
El pescado es un alimento perecedero, por tanto, debe tener puntos de control de seguridad alimentaria y buenas prácticas de manufactura desde la pesca, transporte, almacenamiento, procesamiento en la cocción, hasta el consumo. Los síntomas de una intoxicación alimentaria más comunes son los cólicos abdominales, la diarrea, la fiebre acompañada de escalofríos, las náuseas, los vómitos y la aparición de una debilidad general.